Marie Salomea Skłodowska Curie, conocida habitualmente como Marie Curie (Varsovia, Zarato de Polonia, 7 de noviembre de 1867 - Passy, Francia, 4 de julio de 1934), fue una química y física polaca, posteriormente nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radiactividad, fue, entre otros méritos, la primera persona en recibir dos Premios Nobel, la única persona en haber recibido dos Premios Nobel en distintas especialidades, Física y Química, y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.
Nació en Varsovia (Zarato de Polonia, Imperio ruso), donde vivió hasta los 24 años. En 1891 se trasladó a París para continuar sus estudios. Fundó el Instituto Curie en París y en Varsovia. Estuvo casada con el físico Pierre Curie y fue madre de Irène Joliot-Curie (también galardonada con el Premio Nobel, junto a su marido Frédéric Joliot-Curie), y de Eva Curie.
Etapa final de su vida
Durante la Primera Guerra Mundial Curie propuso el uso de la radiografía móvil para el tratamiento de soldados heridos. El coche llevaba el nombre de Petit Curie. Su hija Irène, con 18 años de edad, empieza a ayudarla. El gramo de radio lo dona a la investigación científica; luego le darían otro que también donaría al Instituto del Radio de Varsovia. En 1921 visitó los Estados Unidos, donde fue recibida triunfalmente. El motivo del viaje era recaudar fondos para la investigación. En sus últimos años fue asediada por muchos físicos y productores de cosméticos, que usaron material radiactivo sin precauciones.
Muerte, e ingreso en el Panteón de París
Sólo unos meses más tarde de su última visita a Polonia, en la primavera de 1934, Curie, después de quedarse ciega, murió, el 4 de julio de 1934, en la Clínica Sancellemoz, cerca de Passy (Alta Saboya, Francia), a causa de una anemia aplásica, probablemente debida a las radiaciones a las que estuvo expuesta en sus trabajos, y cuyos nocivos efectos eran aún desconocidos. Fue enterrada junto a su marido en el cementerio de Sceaux, pocos kilómetros al sur de París.
Sesenta años después, en 1995, sus restos fueron trasladados, junto con los de Pierre, al Panteón de París.7 En el discurso pronunciado en la ceremonia solemne de ingreso, el 20 de abril de 1995,8 el entonces Presidente de la República, François Mitterand, dirigiéndose especialmente a sus nietos y bisnietos, destacó que Marie, que había sido la primera mujer francesa en ser doctora en Ciencias, en ser profesora en la Sorbona, y también en recibir un Premio Nobel, lo era nuevamente al reposar en el famoso Panteón de París por sus propios méritos (en lo que sigue siendo la única al día de hoy)
Su hija mayor, Irène Joliot-Curie (1897–1956), también obtuvo el Premio Nobel de Química, en 1935, un año después de la muerte de su madre, por su descubrimiento de la radiactividad artificial. La segunda y longeva hija del matrimonio, Ève (Eva Curie, 1904–2007), periodista, pianista y activista por la infancia, fue el único miembro de la familia que no se dedicó a la ciencia. Escribió una biografía de su madre, Madame Curie, que se publicó simultáneamente en Francia, Inglaterra, Italia, España, Estados Unidos y otros países en 1937, y fue un best-seller, aunque en los últimos años se le ha criticado el haberla edulcorado, omitiendo detalles importantes como la relación de Marie, ya viuda, con un antiguo alumno de su marido, el casado Paul Langevin, o los muchos problemas e insultos que Marie tuvo que soportar a causa de algunos importantes círculos científicos franceses, y de cierta prensa sensacionalista.
Legado en la cultura popular
Además de la exitosa biografía escrita por su hija Eva Curie en 1937 (publicada en español dentro de la colección Austral), en 1943 se hizo una película biográfica a partir de ella dirigida por Mervyn LeRoy, Madame Curie. En 1997 el director de cine francés Claude Pinoteau estrenó otra película, Les palmes de M. Schutz (conocida en español como Los méritos de Madame Curie), en la que se relata su vida desde que conoce a su marido hasta el descubrimiento del radio.